En el centro de la provincia de Jaén, en una Loma circundada por los valles de dos ríos el Guadalquivir y su principal afluente en ésta su cuenca alta el Guadalimar, encontramos Baeza, que junto con otros 12 municipios constituye la Comarca que haciendo referencia a la antedicha situación geográfica se conoce como Comarca de La Loma.
Su situación de atalaya natural a unos 800 m. de altitud sobre el nivel del mar “vigilando” desde su cerro del alcázar una gran extensión del territorio provincial que va desde la septentrional Sierra Morena hasta las estribaciones de Sierra Mágina al sur y Cazorla al este, dominando las fértiles tierras del valle del Guadalimar y del Guadalquivir que se extienden hacia el oeste; han hecho sin duda que desde la más remota antigüedad en sus tierras se hayan asentado importantes grupos de población.
Se sitúan los orígenes de los primeros asentamientos durante la Edad del Bronce, período en el que se cree que se llegó a constituir un importante núcleo de la Cultura del Algar.
La época Romana supuso la constitución de una ciudad totalmente establecida con su fuerte y su cinturón amurallado, la BIATIA romana gozó de un importante estatus pese a la cercanía y preponderancia de la entonces vecina CASTULO.
Los árabes se establecieron en BAYYASA y bajo su dominación la ciudad conoció un importante desarrollo debido a sus fértiles tierras y su situación estratégica, siendo incluso la capital de un Reino de Taifas que se extendió por gran parte del territorio jienense.
Desde el año 1.212 la ciudad es tomada y perdida seguidamente en varias ocasiones por tropas cristianas, pero no es hasta el 30 de noviembre del año 1.227 y según la tradición con la intercesión de San Andrés, cuando el ejército cristiano del rey de Castilla Fernando III “El Santo” conquistan de forma definitiva la que desde entonces será conocida como Baeza siendo la primera ciudad de la provincia conquistada por lo que Baeza constituirá un punto primordial en la reconquista de todo el Alto Guadalquivir lo que le dio a valer la concesión de “Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Baeza” “Nido Real de Gavilanes”, en ella se restituirá la sede episcopal y en ella se establecerán las más importantes familias de la nobleza alentadas por los importantes fueros que a la ciudad le fueron concedido por parte de la monarquía castellana.
Baeza tiene su época de mayor esplendor situada entre los siglos XV y XVII, acabado un período de indeterminaciones políticas y de guerras internas entre las dos familias más importantes de la nobleza baezana los Carvajales y los Benavides y que acarrearon la orden de los Reyes Católicos de derruir su Alcázar y murallas defensivas; la economía de la ciudad prosperará de forma importantísima basada en su próspera agricultura y en una de las más importantes industrias pañeras de Castilla, lo que unido al siempre importante influjo de las autoridades eclesiásticas asentadas en la ciudad y la fundación de la UNIVERSIDAD BAEZANA hizo que a todo lo largo y ancho del siglo XVI, en lo conocido como el período del RENACIMIENTO el desarrollo urbanístico de la mano del genial Andrés de Vandelvira fuese de tal magnitud, que hoy día, a la ciudad de Baeza, junto con la vecina ciudad de Úbeda, se la conoce como CUNA DEL RENACIMIENTO ANDALUZ. La mayor parte de los edificios que en esta ciudad permanecen erguidos datan por tanto de este período, pero como no puede ser de otro modo, se acompañan de otros anteriores e incluso posteriores de gran valor arquitectónico e histórico.
En reconocimiento a esta realidad, la UNESCO concede a Baeza el nombramiento como Ciudad Patrimonio de la Humanidad el día 3 de Julio del año2003